martes, 7 de agosto de 2012

VISITA AL MUSEO DE SAN FRANCISCO Y LA INQUISICIÓN

                                                         LA SANTA INQUISICIÓN                                                     

La Santa Inquisición, fue establecida en el Perú en 1570. Su objetivo fue velar por los intereses de la Iglesia católica, combatiendo la brujería y las religiones ajenas a la fe católica.
Los personajes sentados representan a un inquisidor (al centro), un calificador (izquierda) y al fiscal (derecha); mientras que el que está de pie cumple el rol del acusado.

Durante sus investigaciones se aplicaba la tortura como mecanismo de “purificación del alma” para obtener la confesión del inculpado. Una vez declarado culpable, el tribunal sentenciaba el castigo que debía padecer el infeliz. Las penas iban desde azotes, hasta ser quemados vivos en la Hoguera inquisitorial.

La sentencia recibía el nombre de “AUTO DE FE”, sentencia que era ejecutada en la plaza de Armas de Lima, en presencia de las más autoridades virreinales. Durante los 244 años de vigencia, 371 personas fueron sentenciadas a diferentes penas, 32 de las cuales murieron quemadas en la hoguera, aunque hay autores que elevan esta cifra a 59.





                                                             SAN FRANCISCO

En 1542 llegó al Perú los miembros de la orden franciscana se dedicaron más que nada a las misiones populares, conviviendo prácticamente con los indios y buscando transmitirles con su ejemplo la enseñanza cristiana. Ayudaron a evangelizar a los indígenas como en la santa inquisición.

La sala de refectorio fue destinado por los franciscanos como comedor, las mesas se disponen en forma de ¨U¨, los bancos estan aderidos a la pared y con decoraciones a su alrededor con pinturas como: Cristo crucificado, Cristo resucitado, La Virgen Maria, La Ultima Cena. En medio se ubicaba un mesa en la cual y fraile se sentaba y leia la palabra, ellos crian que cuando se escuchaba la palabra se alimentaba el alma.

En el templo destacando las labores de molduras y sus retablos barrocos, rococó y neoclásicos, entre ellos destacan el altar de San Judas Tadeo, completamente realizado en plata.
Bajo la iglesia de San Fracisco hay una red de galerías subterráneas o catacumbas que fueron cementerio principal en la época colonial.